Sexualidad en adolescentes

La sexualidad no sólo tiene que ver con las relaciones sexuales o con los genitales, es un proceso complejo que comienza en el nacimiento, pero se manifiesta de distintas maneras en las distintas etapas de nuestra vida, e implica sentimientos e identidad, y, por tanto, determina nuestra conducta categóricamente.

La sexualidad no solo se limita a la expresión física, sino que también engloba nuestros deseos, fantasías, atracciones y preferencias. Es un aspecto esencial de nuestra personalidad y tiene una influencia profunda en nuestra vida cotidiana, nuestras relaciones interpersonales y nuestra manera de experimentar y disfrutar la intimidad.

 

Es importante comprender y aceptar la diversidad de la sexualidad humana. Cada individuo tiene su propia identidad sexual única y sus propias preferencias y expresiones sexuales. No hay una forma «correcta» o «normal» de ser sexual. Cada persona tiene el derecho de explorar, descubrir y vivir su sexualidad de acuerdo con sus propios valores y deseos, siempre y cuando se respeten los límites y el consentimiento mutuo.

En nuestro centro de psicología, te proporcionamos un espacio seguro y libre de prejuicios para abordar las inquietudes y preguntas relacionadas con la sexualidad. Ofrecemos orientación y apoyo a personas de todas las edades y orientaciones sexuales, ayudándoles a comprender y aceptar su propia sexualidad, a superar desafíos y a establecer relaciones saludables y satisfactorias.

Si tienes preguntas o inquietudes sobre tu sexualidad, te invitamos a buscar nuestro apoyo. Nuestro equipo de psicólogos está aquí para ayudarte en un entorno acogedor y confidencial donde puedas explorar y comprender mejor tu sexualidad, promoviendo tu bienestar emocional y sexual en todas las etapas de tu vida.

El desarrollo sexual en la adolescencia

El desarrollo sexual se efectúa de forma psicológica o emocional, física o biológica, y social. Aparecen nuevos intereses como bailar o hacer deporte (ambos intereses vinculados estrechamente con la descarga de energía y con el intercambio social), nuevos sentimientos y sensaciones físicas, como los primeros enamoramientos, ilusiones y desilusiones.

El desarrollo de los caracteres sexuales secundarios (vello púbico, cambio de voz, desarrollo de mamas, de caderas, de espaldas…) provocan que se acentúen las diferencias entre los géneros, y los genitales y otras partes del cuerpo aumentan su capacidad erógena.

La sexualidad no sólo tiene que ver con las relaciones sexuales o con los genitales, es un proceso complejo que comienza en el nacimiento, pero se manifiesta de distintas maneras en las distintas etapas de nuestra vida.