En psicología adulta los motivos de consulta son muy variados. Muchas veces pensamos que para ir al psicólogo tenemos que tener un trastorno y no es así. Al psicólogo acude la gente por problemas cotidianos que cualquier persona  puede  tener: inseguridad, baja autoestima, separación de pareja, infidelidad, problemas laborales, problemas en el sistema familiar, estrés, ansiedad, mal estar y no saber muy bien por qué, sensación de no hacer bien las cosas, conflictos con los hijos, sentirnos perdidos en algún momento de nuestra vida…. Al final todas estas situaciones generan emociones que en muchas ocasiones no sabemos muy bien  cómo manejar o cómo actuar.  Ir al psicólogo aunque seamos adultos  ayuda a conocer nuestros mecanismos emocionales y de conducta para poder gestionar mejor cualquier situación que se nos de en la VIDA.